4.11.09

A dos puertas de distancia

Danza húmeda.
Sensual.
Un poco excedida, si, pero sensual de todas formas.
La remera blanca estaba totalmente mojada.
Dos pezones se mostraban salvajes, sin nada que los obstaculice.
Mi mente se deleitaba con pensamientos dignos de un adolescente en plena ebullición sexual.
Decia, para mis adentros: "Pensá en futbol."
Pero pensar en el más grande, Diego Armando Maradona, no me ayudó cuando lo que buscaba era extirpar toda información que pudiera soltar la correa de mi instinto sexual. A mi mente llegó esta frase: "Que la chupen." Y al instante ésta: "Que la sigan chupando."
No pude contenerme. Tuve que ir corriendo a mi casa a darle vía libre a mi imaginación.
Cuesta tener 17 años y una vecina, que más que una vecina... es una obra de arte.

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